Lo que soñábamos sobre la maternidad, y lo que nos encontramos al despertar. Parte 1.

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Más o menos jóvenes, con o sin trabajo, con o sin pareja….si apareces por este blog posiblemente seas madre, o estés a punto de serlo. Si lo eres, quizás te sientas identificada, y si vas a serlo, no te asustes, la maternidad es maravillosa.

Llega un momento en tu vida en el que decides formar una familia, o tal vez llega sin haberlo planeado, pero ahí te encuentras con un test de embarazo positivo en tu mano, con un tembleque por todo el cuerpo, y una sonrisa bobalicona en los labios, vas a ser mamá.

Pasados los primeros nervios, llegan las primeras revisiones, las primeras ecografías, y el vínculo comienza a formarse, la vida se abre paso, crece en tu interior. Te has convertido en hogar y alimento de tu bebé, te cuidas un poco más para hacerle llegar lo mejor, paz, tranquilidad y buenos alimentos, como se decía antaño!

Quizas por primera vez te fijas en las mamás con sus bebés por la calle, en el parque, prestas atención a esos anuncios que antes ni mirabas, pañales, colonias infantiles, papillas o potitos. Los ves, y unas mariposas recorren todo tu cuerpo, parecidas a las que notabas cuando estabas con aquel primer amor, pero con la seguridad de que este amor, sí será para toda la vida.

Estos anuncios emanan felicidad, ternura, un mundo perfecto, en el cual mamá y bebé conviven en perfecta sincronía, de manera idílica. Bebés que sonríen, duermen o juegan plácidamente, y mamás con un aspecto radiante, joven, desacansado, con una cara perfectamente maquillada y el pelo bien colocado, ordenadito, con sus mechas bien dadas, en una casa limpia, donde cada cosa ocupa su lugar, y piensas en lo bonito que será estar así con tu bebé.

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(Imágenes de lo que nos vende la publicidad….mamás descansadas, maquilladas, bebés tranquilos, que no lloran, no se manchan….)

Miras a tu alrededor, y te ves a ti misma en tu salón, con música de fondo, mientras tu bebé juega tranquilamente en la alfombra. Quizás imagines que acabas de darle el pecho (o el biberón), y está plácidamente dormido, mientras tanto, tú te arreglas un poco y recoges la casa, o mejor aún, puedes sentarte a ver un rato la tele o leer un buen libro.

Pasados los 9 meses de embarazo, vuelves a tu casa con un bebé en brazos, y lo primero con que te encuentras es con la sensación de «¿y qué hago yo ahora con este crío?».  Un sentimiento de estar un poco descolocada, pero piensas que es normal, salistéis de casa hace unos días siendo dos, tu pareja y tú, y volvéis siendo tres, habrá que acostumbrarse y cada uno debe encontrar su nuevo lugar y rol en casa.

El tiempo va pasando y te das cuenta de todo aquello que la publicidad no cuenta, de todo aquello que no se ve a simple vista cuando ves a las mamás pasear a sus bebés por la calle. Las primeras semanas estás tan «drogada» de hormonas, que todo es maravillo, todo es amor, da igual el sueño, el desorden o el ducharte a la carrera. Pero, las semanas transcurren, la rutina se instala, y te vas dando cuenta de que no hay lugar al maquillaje, al peinarse o al dedicarse a la casa o a tu gustos. Hay un diminuto personaje, que además de robarte el corazón, tambien te necesita todo el tiempo. Llora por las noches, se despierta y te despierta. Con suerte has descubierto el colecho, y esos despertares se notan menos, pero aún así, el no dormir ni una noche seguida hace que tus ojeras se marquen, el sueño se vea en tu rostro y en tu humor. Y recuerdas esos anuncios, con mamás radiantes y bebés durmiendo, aquellos en los que sólo faltan coranzocitos saliendo por las orejas, y piensas ¿dónde está todo eso?.

Nadie te habló de la falta de tiempo, para ti, para tu pareja, no imaginaste dormir en un sofá porque es el único sitio donde tu bebé cierra el ojo, ni pensaste cambiarte de ropa media docena de veces al día porque ese enanito que tienes todo el día en brazos, te vomita la leche, o está malo y te llena de mocos una y otra vez….Nadie te contó que comerías con tu bebé en brazos, con una sola mano, y que alguién tendría que cortarte el filete, porque si sueltas a tu bebé, este empezaría a llorar.

Pero lo que en los anuncios tampoco te contaron, es que todo esto no te importará, que un olor a colonia, o un pañal determinado, no será lo que pintará la sonrisa en tu cara. Lo que no te explicaron es que pese al sueño, la falta de tiempo, o la inexistencia de actividades que antes hacías, serás feliz. y no te harán falta potitos o papillas para que te salgan coranzocitos por las orejas.

Nos venden una maternidad de ensueño, de maravillosa felicidad y de perfección. Y luego llega la realidad, y nos vemos en una maternidad totalmente alejada de ese mundo idílico, pero tan imperfectamente maravilloso….lleno de un liberador caos….con olor a bebé y no a colonia….Una vida nueva, con un bebé que tanto llora, como ríe, pero que con cada sonrisa, borra esas lágrimas….

Sueña tu maternidad, pero cuando despiertes, disfruta de cada instante, cada mal momento es una nueva oportunidad para crecer y aprender, y cada instante bonito atesóralo y guárdalo en tu memoria. El bebé nace, y viene para quedarse, pero pasa a ser un niño antes de que te des cuenta. No permitas que una imagen irreal de estos primeros años, arruine lo que habría de ser lo más maravilloso de tu vida.

No te enfades porque te hayan enseñado a soñar con una maternidad que no es real, porque lo que no te contaron, lo vas a vivir y aprender por ti misma, y lo más maravilloso siempre es lo que descubrirás a cada paso. No te enfades porque te hayan engañado, porque en la sorpresa de tu nueva vida, verás que hay una oportunidad nueva a cada instante de aprender, crecer y vivir. No te enfandes, simplemente, disfruta de lo que nadie te contó….

Acerca de tutisyluchis

Soy Patricia, mamá de dos bichitas, amita de mi casa y costurera a ratos. Ahora también, bloguera, o al menos, lo intento. www.facebook.com/tutisluchis y www.tutisyluchis.com son mi reto y proyecto profesional, costura creada y pensada para los bebés y los niños. Complementando a las tiendas nace este blog, donde hablaré de la maternidad y todo lo que conlleva, siempre desde mi punto de vista y mi experiencia. Lactancia, colecho, porteo, pañales de tela o alimentación dirigida por el bebé son parte de las cosas que acompañan mi maternidad, y de las que conformarán este blog. Espero que esto os guste, paséis y os quedéis.

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